miércoles, 4 de julio de 2007

10 consejos útiles

Diez consejos útiles para prever y matizar los problemas financieros que ahogan las iniciativas emprendedoras.







Haz una planificación financiera: ¿cuánto vas a ganar? ¿cuánto vas a gastar? ¿cuándo vas a cobrar y cuándo vas a pagar? Saberlo de antemano es importante, para no llevarse sustos después. Aunque como dice Borja, “te entrarán sudores fríos al pensar de dónde vas a a sacar dinero para pagar tanto.”




Calcula cuánto dinero necesitas para arrancar: las nuevas empresas tardan en facturar, y más aún en cobrar… pero los gastos están ahí desde el principio. Así que hay que asumir que, durante las primeras semanas o meses, el saldo va a ser negativo.




Ahorra en oficina: y, en general, en gastos superfluos. Teniendo en cuenta el punto anterior, cuanto menos gastos innecesarios asumas, más desahogado estarás.




Ahorra en todo lo que no afecta directamente a las ventas: por lo mismo que en el punto anterior.




No te pongas sueldo: durante los meses con saldo negativo, sacar el dinero del bolsillo de la empresa para meterlo en el propio es un viaje sin sentido, ya que inmediatamente después tocará sacarlo del bolsillo para reinvertir en la empresa. Y en el camino, siempre se pierde algo.




Protégete de los descubiertos: busca una entidad financiera capaz de cubrir tus necesidades financieras y los desfases entre los cobros y los pagos. Es un coste añadido, pero también es una red de seguridad imprescindible.




No cuentes con lo que vas a cobrar: muchas veces, los ingresos llegan tarde, o simplemente no llegan. Así que más vale asumirlo y no contar con ellos… por si las moscas.




No cuentes con subvenciones: las subvenciones requieren tiempo, papeleo… hay riesgo de que no te las concedan y, si lo hacen, las cobrarás tarde y mal. Así que mejor que no dependas de ellas, sino de tus clientes. Aunque aprovecharlas no te viene mal en casaycoche.com nos hemos hecho unos profesionales.




No aceptes el dinero de cualquiera: al principio hace falta dinero, y lo buscamos donde haga falta. Pero pedir dinero a alguien tiene sus implicaciones, tanto legales como personales. Y ya se sabe que con dinero de por medio, todo puede complicarse más de la cuenta.




Preparate para lo peor: la realidad es así de cruda; muchas empresas se van al garete por problemas financieros. Y cabe la posibilidad de que, a pesar de todos los esfuerzos realizados, a la nuestra le pase lo mismo. No puede ser el fin del mundo.

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